sábado, marzo 18, 2023

ANÉCDOTAS CON JUAN ELJURI

El Banco del Austro funcionaba en El Oro (Pasaje) en la planta baja de mi casa frente al parque Calderón, y al fallecer mis padres descendía las frecuencias de mis visitas a la provincia. Sabedor de esto Juan Eljuri viaja desde Cuenca a Pasaje, me da el pésame y al mismo tiempo me pide recorrer toda la casa, lo hicimos y al llegar al balcón me propone la compra, cuando escuchó mi respuesta me respondió ¡“Cholo me vas a quebrar”! a lo cual le respondí: Don Juan usted está en el balcón donde dieron discursos José María Velasco Ibarra, Jaime Roldós, León Febres Cordero, Jaime Nebot, Dr. Oswaldo Hurtado, sonriente me dijo: “Tú eres parte del directorio del Banco, hemos permanecido en la planta baja más de 20 años, debes darme un precio de familia”. Finalmente llegamos al acuerdo.

Magdalena úsame las hojas también del otro lado.

Llega de visita a Machala y al recorrer la sucursal del Austro se acerca a un tacho de basura y mira varias hojas utilizadas de una sola carilla, pegó el grito al cielo y a la gerente Ing. Magdalena Velásquez sonriente pero expresivo, “como es posible Magdalena que me derrochen el papel, por favor úsenme también las hojas del otro lado”, a lo cual todos soltaron una carcajada aceptando su sugerencia.

“El Gordo no nos sirvió”.

Al comienzo del siglo XXI paseaba en su yate por las costas de Jambelí El Oro y una nave con 8 piratas armados con metralletas abordan su embarcación ante lo cual le requirieron entrega de joyas, no cargaba, reloj tampoco, dinero menos, los asaltantes no lo conocían a lo cual uno de ellos dijo: sabes que mejor dicho vámonos este gordo canoso no nos sirvió para nada, no sabían que era nada más, ni nada menos que Don Juan Eljuri.

Acéptame por lo menos el almuerzo.

Me encontraba en el mundial del 2014 en un restaurante en Copacabana Río de Janeiro Brasil. El mundo es chico, al verlo entrar junto a toda su familia, hijos y nietos, me acerco a saludarlo, nos dimos un abrazo y luego de tomarnos unas fotos me invita a almorzar, le tuve que decir la verdad, en dos horas me entrevisto en el Maracaná con Benzema que juega el miércoles contra Ecuador, se sonrió, y me dijo “suerte, el marca más goles que yo”.

Lágrimas.

En Septiembre del 2014 recibió el reconocimiento de Mejor Industrial Latinoamericano del año, lo llamé a felicitar y me respondió “muchos de quienes pensé me iban a llamar no lo han hecho, no esperé tu llamada y me he emocionado”, sentí que se le cortó la voz y me emocioné al extremo de sentir un nudillo en la garganta. Allí comprendí que ambos éramos más sensibles de lo que la gente se ha imaginado siempre.

Se fue Don Juan, se fue Don Luis Noboa, nos dejan su sabiduría, sus lecciones y enseñanzas de los dos mayores emprendedores de la historia ecuatoriana.

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