Cristina bella, 21 años después de ser Reina de Guayaquil… ¿Qué memorias vienen a tu mente?
Me viene a la mente una jovencita atrevida, valiente, solidaria, que utilizó esa plataforma para servir a su ciudad. Me vienen muchos recuerdos muy bonitos, muchas amistades, momentos felices con mis padres, con mis amigos, con gente que aprecio mucho, pero también me vienen recuerdos de perseverancia y sobre todo de aprendizaje, en 21 años la vida nos enseña muchísimas cosas y uno debe tener la sabiduría y humildad para poder aprenderlas.
¿Crees que el concurso ha cambiado demasiado? ¿Será para bien o para mal?
Creo que todo cambia, es el proceso normal de la vida… De ahí que sea bueno o malo creo que eso lo tienen que decir los concursantes.

Luego fuiste presentadora y reportera. Miss Mundo, Miss Tierra. ¡Los eventos de belleza los dominaste!
Esa fue una etapa muy bonita en la que fui embajadora cultural y turística del país. Viajé mucho, aprendí muchas cosas, además de conocer a personas muy importantes y valiosas en mi vida, será una época que atesoraré siempre en mi corazón pero que está en el pasado… Ahora estoy concentrada en la vocación del servicio que me llena de muchísima alegría.
Dejaste una postulación presidencial que ganaba fuerza… ¿Te arrepientes ahora?
Hay decisiones que son muy difíciles pero que son necesarias, en la vida no hay que hacer lo que se quiere sino lo que se requiere… En ese momento el país se estaba jugando todo y era necesario el hacer una sola fuerza, al final esto dio resultados.
Has ganado todas las campañas electorales. ¿Lo que viene es la candidatura presidencial?
El político que no aspira, expira. Por supuesto, es un sueño muy grande el poder alcanzar la Presidencia de la República, pero hay algo que hay que tener muy claro… Lo que se quiere es servir a la gente, el ayudar, el mejorar el país, el poder hacer que el Ecuador crezca y sea próspero, el ayudar a quien necesite y defender al que necesite ser defendido. Estoy construyendo un liderazgo con la gente y tengo la seguridad que como dice el Dalai Lama “El Futuro será femenino”. Siempre estaré donde mi país me necesite.

¿Cómo calificas la gestión de la Alcaldesa Viteri?
Me parece que le tocó asumir una alcaldía que Jaime Nebot le dejó con la vara muy alta. Le ha tocado un periodo complicado con la pandemia en el que ha tomado acciones positivas en el área social.
Tu opinión referente al proyecto de ley del Presidente Lasso, en el tema laboral. ¿A favor o en contra?
Creo que el Presidente lo primero que debía hacer era socializar la ley… Creo que ahí se equivocó al simplemente presentarla sin haber realizado una socialización con los partidos y la sociedad civil. Ahora, el código laboral ecuatoriano está obsoleto, no por eso podemos permitir que se dé una precarización laboral y se violenten los derechos de los trabajadores, en eso estaré siempre en contra. De igual manera, creo que el tener dos códigos laborales no es la solución y que es hasta inviable según varios respetados juristas, veo muy complicado el asegurar que los empresarios no van a ver esto como una oportunidad de reducir los beneficios que tenían los trabajadores, y colocar en este nuevo régimen laboral a las personas que tenían empleo. Hay temas que deben ser implementados en la ley y temas que deben ser revisados, el tema de la modalidad del teletrabajo, el trabajo por horas puede ayudar a mejorar la dura realidad de desempleo que tenemos en el país, además de llevarnos a la modernidad, la pandemia nos ha demostrado las diferentes formas de empleo en especialmente digitales, que necesitan nuevas formas de ser nombradas y reconocimiento de derechos, como el derecho a la desconexión.
¿Extrañas la Asamblea?
La casa de todos los ecuatorianos es un lugar hermoso pero polémico, sobre todo por la incidencia de su trabajo, sin embargo, al momento me encuentro luchando por la integración, un motivo fuerte y beneficioso para todos los ecuatorianos y ciudadanos de la región andina, con retos emocionantes y que siento que pueden influir para mejorar nuestro entorno y realidad, en especial en temas de educación, comercio y movilidad humana.

Bueno ahora están Dallyana Passailaigue y Soledad Diab, ¿cómo evalúas sus trabajos?
Dallyana fue mi compañera en “Así Somos” en Ecuavisa y luego en la Asamblea y es una mujer maravillosa, comprometida con causas sociales. A Soledad no he tenido la oportunidad de conocerla tanto, pero sé que son mujeres muy capaces, han presentado proyectos de ley muy interesantes en especial en temas de género.
La voz femenina hoy más que nunca es necesaria en la política, siento que con su visión y experiencia han hecho mucho en poco tiempo.
Alguna gente no tiene claro que es ser Parlamentario Andino…
Creo que eso es problema comunicacional que han tenido los parlamentarios anteriores, es vuestro deber y compromiso el cambiar aquello, además de llevar el parlamento a la ciudadanía. La ciudadanía debe sentir y palpar los beneficios que tiene la integración andina, tiene que sentir que su voz es escuchada.
¿Y el amor llegó a tu puerta? ¿Matrimonio para cuándo exactamente?
He buscado con ilusión el amor, el matrimonio no era aspiracional, me dediqué a mis metas profesionales, pero desde el primer día que conocí a Patrick, mi futuro esposo, me enamoré perdidamente y le agradezco a Dios que lo haya puesto en mi vida y que vayamos a dar ese paso juntos. Será el próximo año en Manabí.
¿Cuántos hijos quieres tener?
Lo que Dios determine.
¿Está presente Lasso en tu WhatsApp?
Sí, tengo el contacto del Presidente y hablamos durante la campaña.
¿Y la Alcaldesa Viteri?
No, perdí su contacto luego de la Asamblea.
¿Está la Prefecta Susana González en tu WhatsApp?
No, no lo tengo.
¿Te dio Covid-19?
No lo sé la verdad, salimos a la calle con la Fundación Destino Libertad a entregar miles de kits de comida, y pruebas covid-19 y de bioseguridad a quienes más lo necesitaban. Con la bendición de Dios nada nos pasó, sentíamos la necesidad de ayudar, no podíamos dejar que el miedo nos paralice.
En el mismo mes que anunciaste matrimonio, Susana Rivadeneira anuncia que será mamá. ¿Qué te parece esa coincidencia?
Le deseo que sea muy feliz. ¡Qué bendición!
Restaurante favorito en Guayaquil.
Cualquiera en donde pueda comer cangrejo, pero no tengo uno específico.
¿Y en Quito?
Me gusta ir al “Techo del Mundo” en el Hotel Quito y “Hasta la Vuelta Señor” en el Centro Histórico.
